Indicadores y proyecciones sobre el sector de la vivienda para el 2022 Como cada año, Asobancaria y el Dane actualizan y comparten las cifras del sector de vivienda en Colombia. Estos datos ayudan a hacer una proyección de los posibles movimientos del mercado y lo que acontecerá en el mundo inmobiliario. La Asociación Bancaria y de Entidades Financieras, Asobancaria, hizo público su Informe Trimestral de Vivienda. Al ser el primero del año, este informe reúne datos y cifras importantes que permiten comprender el contexto actual y vislumbrar el panorama venidero para el año en desarrollo. En esta edición, se destaca el buen momento que está viviendo la financiación de vivienda en el país en la actualidad y se proyecta que así continúe durante el primer semestre de 2022. También se plantea la problemática de la informalidad de la vivienda junto a soluciones concretas para mitigar el problema de manera progresiva. Algunas de las cifras e indicadores más importantes de este informe son: Índice de confianza del consumidor (ICC) La confianza de los consumidores se ha recuperado desde la caída que tuvo en abril de 2021 por las manifestaciones sociales, ubicándose en -1,3% para octubre de 2021. Se espera que este indicador se recupere con la reactivación del empleo gracias a Plan Nacional de Vacunación y al aumento del consumo de los hogares, aunque también se debe tener en cuenta que el periodo pre-electoral y la creciente inflación a nivel mundial pueden hacer que la recuperación no sea tan significativa. Licencias de construcción El indicador de licencias de construcción de vivienda del DANE muestra que, entre octubre de 2020 y septiembre de 2021, se licenciaron alrededor de 17,4 millones de metros cuadrados en 192,3 mil unidades. Esta cifra es superior en un 15,8% y 8,9%, respectivamente, a los resultados entre octubre de 2019 y septiembre de 2020. El área licenciada en el segmento VIS creció en 7,5% y el número de licencias en 2,8%, que se traduce en 95,9 mil unidades y 6,2 millones de metros cuadrados aprobados. El segmento No VIS creció a una tasa anual de 15,8% en unidades y de 21,0% en área, alcanzando un acumulado anual a septiembre de 2021 de 96,4 mil unidades y 11,2 millones de metros cuadrados aprobados en total. Índice de costos de la construcción de vivienda (ICCV) El ICCV registró una variación anual del 3,2% real en septiembre de 2021 comparado con septiembre de 2020. Los aumentos reales en los precios de los materiales explican este comportamiento, aunque se contrarrestó por la reducción en los precios de la maquinaria, equipo y la mano de obra que cayeron en 3,0% y 1,5% respectivamente. Los precios de los materiales de construcción aumentaron en 5,9% impulsados por la mayor demanda global y la escasez de insumos como el acero y el aluminio, y esto podría representar obstáculos para la ejecución de algunos proyectos de vivienda durante 2022. Preventas de vivienda La dinámica de preventas de vivienda se encuentra en recuperación después de las dificultades ocasionadas por la pandemia. En el acumulado anual a septiembre de 2021 se registraron cerca de 232,8 mil preventas de viviendas con un valor aproximado a $45,7 billones, superando las cifras de 2020. Las preventas de VIS acumularon un valor cercano a $21,1 billones en 164,4 mil unidades, y las No VIS acumularon $24,6 billones a septiembre de 2021 en 68,4 mil unidades. Precios de vivienda nueva y usada Según las cifras del Banco de la República el precio de la vivienda nueva presentó una variación anual del 1,6% real, superior en 0,3 pp. a la variación real de septiembre de 2020, e inferior al promedio de 2020. Este resultado se dio por las variaciones positivas reales anuales en Bogotá, Cali y Medellín. Por su parte, el Índice de Precios de la Vivienda Nueva (IPVN) del DANE registró una variación anual del -0,2% real a junio de 2021 en comparación con el mismo mes de 2020, tasa inferior al incremento de 2,8% real anual observado en junio de 2020, e inferior al promedio de 2020. Por ciudades, Villavicencio (17,1%), Pasto (9,5%) y Neiva (4,5%) registraron las variaciones reales anuales más altas mientras que Ibagué (-7,0%), Pereira (-3,8%) y Barranquilla (-1,0%) tuvieron las más bajas. En el caso de la vivienda usada, el precio en junio de 2021 aumentó el 3,5% real anual, resultado superior en 4,1 pp. a la variación real anual para junio de 2020 y en 1,2 pp. al promedio de variaciones de 2020. Otras cifras importantes A noviembre de 2021 se hicieron más de 182.000 operaciones de financiación de vivienda por un valor de $22,5 billones. Estas cifras representan una variación anual del 66,5% en número y 73,5% en valor real si se comparan con el mismo periodo de 2020. El crecimiento en valor real para vivienda nueva fue del 55%, y para vivienda usada fue del 100,5%. La cartera hipotecaria de los agremiados a Asobancaria creció 7,4% real anual a noviembre, situándose en $59,9 billones. La cartera de leasing habitacional aumentó 10,2% real anual con 24,4 billones. La tasa de interés promedio en pesos para adquisición de vivienda VIS se situó en el 10,78%, y para vivienda No VIS fue del 9,3% en diciembre. Según información de TransUnion, los desembolsos con marcaciones del subsidio Mi Casa Ya crecieron 102,2% anual a septiembre de 2021. Lo que se espera para este año El panorama para tener vivienda propia sigue siendo muy alentador para 2022 gracias a los subsidios del Gobierno y las bajas tasas de interés. De acuerdo con Guillermo Alarcón, director de Vivienda y Leasing de Asobancaria, aunque las tasas tuvieron leves ajustes en el último trimestre de 2021, siguen estando en niveles históricamente bajos. Para el cierre del 2022 Asobancaria espera que la cartera de vivienda de las entidades agremiadas llegue a los $84,8 billones, cifra superior en un 8,1% real a la presentada en el informe de diciembre de 2020. Para el mes de septiembre de 2022, se espera superar los valores alcanzados en 2021 y que el valor de esta cartera se sitúe en $94,1 billones, lo que equivale a un crecimiento anual del 10,4% real. Proyectando unas mejores condiciones económicas, se espera que crezcan los desembolsos y las carteras de vivienda gracias a las tasas de interés en mínimos históricos y a la disponibilidad de varios subsidios del Estado.