El papel de las mujeres en el desarrollo de las sociedades siempre ha sido fundamental. Más allá de concebir, parir y ser las encargadas de las labores del cuidado y la crianza, las mujeres han cimentado los vínculos, han fortalecido las relaciones humanas y han contribuido de forma invaluable con la consolidación de las comunidades. Los derechos de acceso y dominio sobre la vivienda y la propiedad son factores decisivos para el bienestar general de las mujeres. Gozar de una vivienda digna es básico para el desarrollo apto de sus vidas, las de sus hijos y las de las personas a su cargo, así como para su seguridad física y económica. Lo paradójico es que son precisamente las mujeres quienes han visto más vulnerado este derecho a través de la historia. Aunque la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres aún parece una utopía en algunos lugares, se ha empezado a recorrer un largo camino para reducir las grandes brechas que existen. Hoy, gracias a los esfuerzos que durante décadas han hecho muchas mujeres en el mundo entero y a su participación activa ganada a pulso dentro de fuertes estructuras de poder, esta situación ha venido cambiando de manera paulatina. No podemos desconocer los avances que frente a este tema se han dado en Colombia y en otros países. Para conmemorar esta lucha constante y necesaria, queremos destacar los logros que han tenido las mujeres frente al tema de la vivienda y en el mundo inmobiliario. Cifras importantes La proporción entre hombres y mujeres a nivel mundial es una cifra que varía y que depende de factores biológicos, sociales, tecnológicos y económicos. Esto a su vez, tiene impacto en el desarrollo de las diferentes culturas y sociedades. A 2022 la población en Colombia es de 51’698.852 personas, de las cuales el 50,8% son mujeres y el 49,2% son hombres, lo que quiere decir que actualmente hay 26’271.478 mujeres. De acuerdo con estadísticas del Dane, el 53% de esas mujeres colombianas son cabezas de familia, lo que quiere decir que 12’300.000 de mujeres cumplen con ese rol actualmente. El año pasado, específicamente en el departamento de Cundinamarca y en la ciudad de Bogotá, las mujeres fueron las que lideraron las listas de compra del sector inmobiliario. Según estudios realizados por la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), el 58,5% de las unidades residenciales del sector inmobiliario han sido adquiridas por mujeres. Además, los estudios dejaron como resultado que el 66,5% de la demanda por vivienda está liderada por mujeres, siendo el restante 33,5% realizado por hombres. Los diferentes subsidios que ha venido creando el Gobierno Nacional como Mi Casa Ya, el bono CREO y Familias en Acción también se han convertido en palancas importantes para acercar a las mujeres la posibilidad de alcanzar un mejor nivel de vida y ser propietarias de su casa. Lo anterior habla de un pequeño avance a nivel económico y adquisitivo, y abre las posibilidades para generar mejores políticas de vivienda que pongan a la mujer en el centro de la ecuación y la conviertan en un sujeto activo con la capacidad de adquirir sus propios bienes para generarse un bienestar sostenible. Retos del presente Tener en cuenta las cifras anteriores es vital para entender el panorama que tenemos adelante pues estamos hablando de que más de la mitad de las mujeres colombianas tienen bajo su responsabilidad el peso del hogar y su sostenimiento. También es importante entender que las mujeres en Colombia tienen una baja participación en el mercado laboral formal y que muchas de ellas no cuentan con salarios fijos ni afiliaciones a seguridad social, por lo que su condición económica suele ser más precaria que la de los hombres y las hace menos aptas para aplicar a créditos hipotecarios. El mercado laboral necesita dinamizarse y romper con la idea de que hay trabajos para hombres y trabajos para mujeres, esto es necesario para abrir vacantes diferentes y ofrecer oportunidades más competitivas para ellas. Es vital seguir trabajando por mejorar las condiciones de vida de las mujeres a todo nivel, por crear alternativas creadas específicamente para ellas y sus necesidades particulares. Existe la deuda histórica de retribuir de alguna manera el inmenso trabajo que siempre han hecho las mujeres dándoles, no solo las condiciones, sino también las garantías para una vida digna. Quienes han dedicado su lucha para alcanzar esa retribución, hoy han logrado abrir el camino, pero aún hay mucho por recorrer. Las mujeres en el sector inmobiliario Aunque ha sido un mundo de hombres, el rubro de los bienes raíces ha sabido aprovechar la destreza y el talento de las mujeres, sobre todo en las últimas décadas. Esto ha llevado a una lenta pero contundente evolución en el tema del género dentro del sector y ha hecho posible que en países como China, México y Estados Unidos actualmente existan varias mujeres dueñas de agencias inmobiliarias y constructoras de renombre. Dentro de los casos a destacar está la mexicana María Asunción Aranburuzabala, inversora inmobiliaria y dueña de la desarrolladora Abilia, considerada por la revista Forbes como la mujer más poderosa de México y reconocida por su capacidad de identificar y transformar zonas en expansión urbanística. También resalta Cervera Real Estate, empresa creada en Miami hace cuatro décadas por Alicia Cervera, hoy a la cabeza de Verónica Cervera, su hija. Esta agencia manejada por mujeres desde su creación ha sido líder en propiedades de lujo y ha logrado transformar algunos de los barrios más importantes de la ciudad como Brickell, La Quinta y Biscayne Boulevard. Aunque el panorama está lejos de ser el ideal, estamos en tiempos de cambio donde la conciencia sobre las acciones particulares y colectivas está impulsando la caída de las viejas estructuras y abriendo una reconstrucción de los ideales, las formas y los derechos. Que sea esto lo que permita que se derrumben los obstáculos que alejan a las mujeres de mejores posiciones y de explotar el infinito potencial de su poder personal.