Tal vez no encontrarás una época en la que se hable tanto de hacer comunidad como ahora, y aún así las maneras de hacerlo y los efectos son difíciles de abarcar o de describir con precisión. Aquí hablaré sobre la manera en la que se generaron algunas comunidades a partir de la voluntad de compartir conocimiento y lo que el proceso ha significado, a nivel individual, sectorial y empresarial en nuestra Haus. Yo tenía un trabajo muy estable y con unas proyecciones profesionales interesantes, y un día me invitaron a una “meetup”. Yo no sabía qué era eso, así que fuí. No sabía que había personas que se reunían simplemente a compartir conocimientos, preguntas, procesos y maneras de solucionar problemas técnicos sobre desarrollo de software, que era lo que más me interesaba. De esta manera, me abrí a conectarme con otras personas y empecé a empaparme de las maneras en las que se mueven las comunidades. Pronto me motivé a crear, con otros compañeros y compañeras, la comunidad Android en Colombia. Años después cuando llegué a La Haus, con esta experiencia empecé a sumarme a la dinámica de los meetups que ya existía. Hay una diferencia muy grande entre una cantidad de personas que hacen lo mismo y una comunidad. Creo que tendemos a pensar que por ser desarrolladores de software, por ejemplo, hacemos lo mismo, pero no. Hay una diversidad enorme en las maneras en las que cada desarrollador soluciona los problemas y, por lo tanto, solo compartiendo las experiencias podemos sacar esa creencia de ese lugar y llevarla a la realidad. Saber cómo el otro soluciona los problemas que uno mismo enfrenta es un motor que hace que todo funcione porque genera movimiento: Las personas trabajan más motivadas, mejor articuladas y solucionan los problemas más rápido. Las conversaciones conllevan conocimiento real, aplicado y disponible. Las redes trascienden las fronteras físicas. Ese es el verdadero poder del conocimiento: unir a las personas, crear grupos sociales, potenciar el aprendizaje personal y organizacional, es decir, crear comunidades de práctica. Esto es imprescindible para una organización o para una compañía como La Haus. ¿Cómo se crea una comunidad de práctica? ¿Qué es una meetup? Todo lo anterior suena muy importante, pero ¿cómo se hace?. Compartiré la experiencia de haber sido parte de varias comunidades debido a que no hay una sola manera de hacerlo. 1. Abrir un espacio para la comunicación Pensarás que hace falta construir una estructura enorme y densa, llena de expertos y de libros, pero basta con abrir un espacio, disponer las herramientas para que quien quiera hablar lo haga, y motivar espacios de interacción. Lo primero que hice para empezar la comunidad Android de Medellín fue unirme con otros compañeros que pensaban igual que yo. Luego la creamos en la plataforma de meetup (aunque existen otras) y empezamos a contar nuestras experiencias y recursos para solucionar problemas que teníamos enfrente. El nivel técnico de la comunidad era muy interesante y no existía un espacio comunitario para compartir ese conocimiento. 2. Mantener el espacio ya abierto: periodicidad y constancia Es importante mantener el espacio de comunicación, unas veces participaban unas pocas personas, pero otras se llenaban los espacios en los que conversábamos. De igual forma quienes no asistían sabían que estaba sucediendo. La periodicidad y la constancia empiezan a formar los hábitos y esto hizo que otras personas se animaran a compartir su hacer. Luego invitaban a los speakers a hablar en espacios de otras comunidades y así, de manera orgánica, iban y venían personas a compartir sus conocimientos. 3. Definir una programación de manera sencilla, asequible y documentar Para hacer la programación hay un archivo compartido con las fechas disponibles. La realización de lo que allí se consigne genera cierta confianza de que se estará conversando sobre algo interesante. En este archivo las personas de la comunidad se inscriben, luego los gestores hacemos lo necesario para realizar la actividad, aunque lleguen dos o dos mil personas. La recomendación es dejar siempre un registro de la actividad en la plataforma que estén usando. Esto deja un rastro, una trazabilidad que hace que los participantes de la comunidad estén atentos a la programación. 4. Mantener la dinámica colaborativa de la propia comunidad Aunque apenas se esté formando, el ejercicio de abrir los espacios de comunicación e interacción en distintos lugares de la ciudad empezó a generar dinámicas colaborativas (además con las comunidades de otras instituciones y empresas). Suena muy democrático, y no es un asunto tan sencillo, pero se trata de encontrar las maneras de tener en cuenta los intereses de quienes participan en la comunidad con unas reglas claras y sencillas. 5. Mantener unas reglas claras de conversación y un formato sencillo Esto aplica a toda la metodología: Tiempos cortos. Tener una presentación corta pero suficiente para presentar el tema. Incentivar las interacciones libremente y con tiempo suficiente. El formato no debe superar una hora. La primera parte, de 35 minutos, es para el speaker, el presentador. La segunda parte, de 25 minutos es para la interacción y la conversación. Como todos son considerados practicantes del tema, no existe la frontera entre expertos e inexpertos y por lo mismo, ninguna pregunta es tonta o poco importante, incluso puede que no se pueda resolver. En comunidad se hace gestión de conocimiento Aunque estas acciones son sencillas, requieren un trabajo importante y muchas gestiones, sin embargo son la base de eso que llaman gestión del conocimiento. Suena a algo enorme e inalcanzable pero que, basado en lo que llamo la filantropía del conocimiento, o sea en el compartir saber solo por la motivación de aprender, estas acciones sencillas se vuelven un motor y se genera movimiento. Suena a remedio milagroso, y no lo es, pero tiene un efecto dinamizador muy importante dentro de nuestros equipos en La Haus. Comunidades y aprendizaje organizacional en La Haus En La Haus tenemos el ritual creado. Los miércoles de 5:30 a 6:30 de la tarde tenemos la cita para conversar sobre distintos temas. No es una meeting, es un meetup. La motivación para participar está en conocer cómo el compañero hace lo que hace, acercarse a lo que sabe hacer y a sus trenes de pensamiento para solucionar problemas. De esa reunión no salen tareas pendientes ni acciones específicas, por eso no es una reunión sino un encuentro, una conversación que mueve las preguntas, que muestra maneras de hacer y pensar distintas a las propias y eso es inyectar la energía más potente a a una comunidad. Participan compañeros de todas las áreas. Los Product managers hablan de las metodologías para coordinar las acciones relacionadas a los productos de La Haus o los design system más comunes. Los developers (en español desarrolladores) cuentan cómo funcionan los algoritmos que se usan en el día a día, dan detalle de algún framework en particular o hablan sobre las mejores prácticas para escribir código. Así se ven los encuentros presenciales, virtuales y por plataformas de comunicación: Imagen sobre las meetups - La Haus y cortesía de Comunidad Android Medellín Una charla deriva en un post del blog y este, a su vez, en otra charla en otra comunidad. Una pregunta hace que quien la hizo sea el próximo speaker. Explicar un concepto del desarrollo de proyectos por medio de la metodología Scrum hace que dos equipos disciplinariamente distintos se articulen mejor. A esto lo podríamos llamar democratización del conocimiento porque no está encerrado en libros, está en constante movimiento y empodera a las personas de sus experiencias, y a los grupos, del poder que tienen como comunidad. Esto es muy importante en un momento como este en el que el conocimiento es poder. Esta es una de las acciones importantes que hacen que La Haus ocupe el primer lugar en EFY (Employers for youth) en este 2021 . Para terminar, creo que el poder de las comunidades de práctica, de compartir el conocimiento libremente y de visibilizarlo dentro y fuera de la misma comunidad/empresa se puede resumir en: Abrir la mente, porque el ejercicio de escuchar la visión de otro te obliga a hacerlo. Salir de la burbuja, o de la comodidad del “solo hay una manera de hacer las cosas” y abrirse a otras. Generar conexiones entre las personas a través del conocimiento y de la motivación por aprender, en suma a través de la filantropía de este. Empoderar a las personas sobre el conocimiento que tienen. Enfrentar temores como hablar en público, entre otros. Generar visibilidad para los profesionales y para las empresas. Esto tiene beneficios profesionales para ambos porque así empiezan a asociarse por temas de interés. En La Haus creemos en que el conocimiento es para compartir y esta es una de las prácticas que nos hace un Great place to work . Queremos abrir nuestra comunidad y compartir conocimiento también con otras personas y otros colectivos. ¡Pronto te contaremos más sobre esto!